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Trump propone poner fin a las protecciones de asilo para centroamericanos

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El lunes, la administración Trump propuso poner fin a las protecciones de asilo para la mayoría de los migrantes centroamericanos en una importante escalada de la batalla presidencial para reducir el número de personas que cruzan la frontera México-Estados Unidos.

Según una nueva regla publicada en el Registro Federal, los solicitantes de asilo que pasen primero por otro país no serán elegibles para recibir refugio en la frontera sur de Estados Unidos. Se espera que la norma entre en vigor el martes. La medida se aplicará también a los niños que han cruzado la frontera solos.

Hay algunas excepciones: Si alguien ha sido víctima de trata de personas, si el país por el que pasó el migrante no firmó uno de los principales tratados internacionales que gobiernan la forma en que se maneja a los refugiados (aunque la mayoría de los países occidentales los han firmado) o si un solicitante de asilo buscó protección en un país pero se le negó, entonces el migrante podría solicitar asilo en Estados Unidos.

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Pero la medida de la administración del presidente Donald Trump tiene por objeto, en esencia, poner fin a las protecciones de asilo, como ocurre ahora en la frontera sur.

Es casi seguro que la política se enfrentará a un desafío legal. La ley de Estados Unidos permite a los refugiados solicitar asilo cuando llegan a Estados Unidos sin importar cómo lo hicieron, pero hay una excepción para aquellos que han pasado por un país considerado “seguro”. Sin embargo, la Ley de Inmigración y Nacionalidad, que rige la ley de asilo, es vaga en cuanto a cómo se determina que un país es “seguro”; dice “de conformidad con un acuerdo bilateral o multilateral”.

En este momento, Estados Unidos tiene un acuerdo de este tipo, conocido como un “tercer país seguro”, sólo con Canadá. En el marco de un reciente acuerdo con México, los países centroamericanos estaban considerando un pacto regional sobre el tema, pero no se ha decidido nada. Se esperaba la presencia de funcionarios guatemaltecos en Washington el lunes, pero aparentemente una reunión entre Trump y el presidente guatemalteco Jimmy Morales fue cancelada en medio de una impugnación judicial en Guatemala sobre si el país podría acordar con Estados Unidos ser un tercer país seguro.

La nueva norma también se aplicará al examen inicial de asilo, conocido como entrevista de “temor creíble”, en la que los migrantes deben demostrar que tienen un temor verosímil de regresar a su país de origen. Se aplica a los migrantes que llegan a EE.UU, no a los que ya están en el país.

Grupos de derechos de los inmigrantes, líderes religiosos y grupos humanitarios han dicho que las políticas de la administración republicana equivalen a un esfuerzo cruel para mantener a los inmigrantes fuera del país. Guatemala, Honduras y El Salvador son países pobres que sufren de violencia.

Junto con el reciente esfuerzo de la administración para enviar a los solicitantes de asilo de vuelta a la frontera, Trump ha tratado de negar refugio a cualquier persona que cruce la frontera ilegalmente y restringir quién puede ser un aspirante, así como el procurador general William Barr recientemente trató de mantener detenidos a miles de solicitantes de asilo mientras sus casos se procesaban.

Casi todos esos esfuerzos han sido bloqueados por los tribunales.

Mientras tanto, las condiciones han empeorado para los migrantes que cruzan la frontera en busca de una vida mejor.

Decenas de miles de familias migrantes centroamericanas cruzan la frontera cada mes, muchas de las cuales solicitan asilo. Las cifras han aumentado a pesar de la retórica de Trump y las políticas de inmigración de línea dura.

Las instalaciones fronterizas han estado peligrosamente abarrotadas hasta el límite de su capacidad. Un grupo de observadores del Departamento de Seguridad Nacional encontró que muchos niños viven en condiciones fétidas y sucias. Un grupo de legisladores que viajaron allí recientemente, denunciaron la situación.

Las cortes de inmigración están atrasadas con más de 800.000 casos, lo que significa que las solicitudes de asilo de muchas personas no serán escuchadas en varios años.

Las personas son generalmente elegibles para asilo en Estados Unidos si temen regresar a su país de origen porque serían perseguidos por motivos de raza, religión, nacionalidad o pertenencia a un grupo social en particular.

Durante el ejercicio presupuestario de 2009, se presentaron 35.811 solicitudes de asilo y se concedieron 8.384. Durante el ejercicio presupuestario de 2018, se presentaron 162.060 reclamaciones y se concedieron 13.168.

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